20 de septiembre 2021
Artículo de Jose Luis Huertas.
La falta de medios –y otras cosas- de la administración de justicia conlleva las más de las veces una insoportable lentitud de los procesos judiciales que se hace especialmente dolorosa en jurisdicciones como la social.
Esta semana han notificado a nuestro despacho una Sentencia en suplicación dictada por el TSJ de Dálomismo por la que se reconocía a Antonio la incapacidad permanente en grado de absoluta.
Lo cierto es que nos supuso una enorme satisfacción, sobretodo por lo que tenía de justicia material, que Antonio pudiera ver que, finalmente, lo que para él era una evidencia de su suplicio diario que le impedía de todo punto trabajar (una hepatitis C que derivó en cirrosis, primero y cáncer de hígado después, junto con enfermedad de parkinson: fatiga crónica, falta de fuerza, falta de concentración, depresión reactiva, en fin, cuadro que hace que Antonio no es apto para tarea reglada alguna) tuviera el lógico reconocimiento judicial, después de que el INSS ya le dijera que nanai, allá por junio de 2019.
Se trata, básicamente, de un reconocimiento moral. En lo económico también es muy importante para Antonio, no porque se trata de una cuantía elevada sino justo por lo contrario (ahora el 100% de su base reguladora, es decir, 600 €, ni cuatro euros más).
Llamamos para darle la buena nueva y Movistar nos informó de que su número ya no existe.
Te lo decimos por aquí, Antonio. Descansa en paz, te lo has ganado.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)