El Juzgado Mercantil 3 de Málaga exonera la deuda a una pareja de octogenarios que venían siendo embargados desde hace 20 años.
En este procedimiento, dirigido por los letrados de Ley 57, el matrimonio, consigue la exoneración de una deuda superior a 116.000 euros (que en su inicio era inferior a los 30.000), de una operación mercantil fallida hace más de 20 años.
Ambos cónyuges han sido reconocidos con un cierto grado de discapacidad, siendo la de él superior al 65%.
Como consecuencia de esta situación de incapacidad, debido a las enfermedades que padecen, y el nivel elevado de gastos médicos, farmacéuticos y de desplazamientos para ser atendidos por médicos especialistas, necesitaban de ayuda doméstica para ser asistidos en sus necesidades de la vida diaria.
A esto se le añadía , la ayuda que debía prestar a a sus hijos, dándoles parte de sus ingresos para que los mismos pudieran hacer frente a sus préstamos hipotecarios y pudieran mantener sus viviendas.
Los ingresos mensuales de la familia son exclusivamente la pensión de él, que desde hace años se veía embargada por un proceso judicial iniciado en 2006, lo que provocó una crisis de liquidez por la que que debieron contratar nuevos préstamos hasta alcanzar un nivel de deuda imposible de pagar.
Con esta resolución, obtenida en un proceso que ha durado menos de un año, la familia al completo recupera una vida plena, libre de embargos, lo que hace destacar la importancia de la ayuda que los abuelos prestan a las familias.
Pese a los ingresos de la unidad familiar que a primera vista pueden parecer elevados, lo cierto es que mis representados se encuentran en situación de insolvencia actual, que ha sido provocada principalmente por los elevados gastos médicos y farmacéuticos derivados de las enfermedades que mis mandantes padecen. Además y como ya explicábamos, también se han visto en la situación de tener que ayudar económicamente a sus hijos e incluso en algunos periodos tienen que hacerse cargo de uno de sus hijos y sus nietas elevando de esta manera el gasto mensual en alimentos. Toda esta situación hizo que mis mandantes buscasen financiación externa con la esperanza de que con una ayuda económica pudieran hacer mejorar su situación, que no hizo sino agravarse.
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