LOS PELIGROS DE ALGUNOS PRESTAMISTAS PRIVADOS: hipotecas con letras de cambio o pagarés

Artículo de D. Francisco Picón Vega , Abogado de Ley 57 Abogados.

22.3.2015

Una de las consecuencias de la crisis económica ha sido la restricción del crédito. Las entidades financieras, utilizando la conocida expresión, cerraron el grifo del crédito. Esto supuso para muchas familias o empresas con dificultades económicas que acudieran a otros agentes dispuestos a financiarles.

La financiación no tradicional, vía particulares y/o apareciendo una empresa de intermediación financiera es generalmente más costosa y, el verdadero problema, es los abusos que se producen por parte de algunos agentes. Considerar que el legislador debiera prohibir dicha forma de financiación es un enorme error, pero, sin duda, que debe regular con concreción dicha actividad es esencial. La Ley 2/2009 por la que se regula la contratación con los consumidores de préstamos o créditos hipotecarios y de servicios de intermediación para la celebración de contratos de préstamo o crédito, no ha solucionado los problemas, más bien ha permitido a los agentes estafadores hacer sus fechorías.

Como señalaba el problema de esta forma de financiarse es la aparición de muchos estafadores dispuestos a arruinar la vida de personas en situación angustiosa.

Los estafadores privados consiguen (mediante engaños) que la víctima firme ante notario un importe mayor al que realmente ha recibido. La devolución del préstamo es muy breve: seis meses, un año. No suele ser plazo superior. Y lo peor, que venían valorando el inmueble por una cantidad bajísima con la finalidad de adjudicárselo. No buscan la devolución del dinero sino quedarse con la propiedad por un importe muy bajo. La formalización de la hipoteca se suele realizar con letras de cambio o pagarés.

Estas formas, le acompañan, una cláusula que imponen en el préstamo, que establece un interés de demora por encima del 20%.

En el irremediable caso que tuviera que acudir a un prestamista privado acuda con su abogado. Pero en caso que tuviera firmada una hipoteca, con pagarés o letras de cambio, o sin estos títulos, no dude en contactar con su abogado para que le ofrezca una opinión técnica de la hipoteca que tuviera firmada.

Finalmente, en caso de encontrarse en impago o ejecución, no pierda ningún segundo antes de perderlo todo: LLAME YA A SU ABOGADO.

 

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