Cuando el “Okupa” es el banco.

28 de enero de 2019

Imagina que tras una corta ausencia llegas a tu casa y te encuentras que alguien ha cambiado tu bonita puerta por un panel con marco metálico, sin cerradura ni pomo, y una pegatina de una empresa de seguridad.

Esto es lo que les ha sucedido a una familia de Rincón de la Victoria, herederos del piso que su madre había comprado al promotor sin que este cancelara la hipoteca. Personados en el Juzgado que lleva la ejecución hipotecaria contra el promotor confirman que allí no ha y ninguna orden dada de desalojo. Pendientes de decidir sobre la validez del contrato privado que firmó la madre con el promotor al que pagó 200.000,00 euros por el piso.

Fueron los vecinos los que indicaron que los operarios que cambiaron la puerta original por este muro “Anti okupas” , confirmando los presagios de la familia cuyos muebles y enseres se habían quedado dentro.

El banco había “Okupado” su piso, que tanto sufrimiento había causado a su madre. Ya lo han denunciado ante el juzgado.

Sin existir orden judicial, el banco, que se habría tomado la justicia por su mano, habría cometido probablemente un delito de usurpación y otro de coacciones, que se prevén para este tipo de ilegalidades en el código penal, porque, sí, las empresas, también los bancos, pueden delinquir.