13.7.14
Cuando leí en el Diario Sur del pasado jueves http://www.diariosur.es/malaga-capital/201407/10/solo-malaguenos-tienen-clausula-20140709225607.html que los cálculos arrojaban que sólo el 20% de los malagueños que tienen cláusula suelo reclaman judicialmente, me pareció incluso un dato exagerado.
Y es que después de años litigando contra fraudes de todo tipo de banco, aseguradoras e inmobiliarias, puede llegar uno a pensar que el paso de reclamación a demanda supone para el español el mismo esfuerzo que decidir, y mantener, hacer ejercicio para eliminar los kilos de más. El paso que los entrenadores denominan «salir de la zona de confort».
Probablemente hayamos asumido en nuestra «zona de confort» las malas prácticas inmobiliarias o bancarias, de modo que si el banco lleva años cobrando de más, cuando nos percatamos «pataleemos» (si acaso por escrito) pero después recapacitemos y asumamos que el esfuerzo (tasas judiciales, abogado, procurador…) de reclamar sería incluso más molesto que reclamar miles de euros a un banco que siempre ha sido «amigo» nuestro.
¿Que nos cobra el banco una comisión exagerada? Levantamos el teléfono,… comunica, y se nos olvida!
¿Que una compañía de seguros ofrece una miseria por un siniestro? Asumimos que deben de tener razón.
¿Que una compañía telefónica cobra de más en su factura? Nos indignaremos… pero hasta que no nos llamen de la competencia lo tendremos «guardado».
¿Que eliminar un suelo de una hipoteca en el Juzgado tarda más de un año? … Pues ni si quiera iniciamos el camino y preferimos seguir pagando de más.
Sin duda las grandes compañías, las más beneficiadas por la existencia de las tasas judiciales, deben estar celebrando con el ministro de Justicia la reducción de pleitos en los últimos años. El mismo ministro que cada paso que da avanza contra la propia existencia de la abogacía, atomizándola (200.000 abogados en España !!!), el mismo que pretende concentrar los juzgados en las capitales de Provincia, alejando la Justicia del ciudadano. El mismo que no invierte en la modernización de los sistemas de trabajo y medios de «la Justicia».
El resultado es evidente. El 80% no saldrá, ante tanto obstáculo, de su «zona de confort». Para ellos son demasiados peldaños a subir para salir de la situación de injusticia. Ese era el objetivo, sumir al ciudadano en un hoyo, hablarle de fútbol, de personajes televisivos, de series de ficción, y rodearle de impedimentos para que ni se piense el protestar.
Este artículo va por el 20%.
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