El total de la deuda superaba los 70.000 euros.

En este asunto, donde Ley 57 resultaba ser la administración concursal, el Juzgado entiende que concurren los presupuestos de la ley para exonerar a los solicitantes del pasivo insatisfecho, tras haber rechazado los acreedores el plan de pagos presentado inicialmente.

La pareja, trabajadores de los sectores del comercio y de agencias de viajes, los más afectados por la pandemia, para afrontar los pagos del primer préstamo acudieron a diferentes microcréditos, encadenando un préstamo con otro hasta alcanzar la inasumible cifra de 71.000 euros de deuda.

Por ello acudieron a la aplicación de la ley de segunda oportunidad, ofreciendo a los acreedores un plan de pagos que fue rechazado por las entidades afectadas (según la normativa anterior esto era además un paso previo imprescindible, que hoy ya no resulta necesario aunque puede realizare en algunos casos).

En el caso que nos ocupa, el juzgado justifica en lo siguiente la concesión del beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho:
«1.- Que el deudor tiene la consideración de deudor de buena fe, teniendo en cuenta que:
a) El concurso no ha sido declarado culpable (es de ver que el concurso fue declarado fortuito por Auto de 26/05/2022).
b) El deudor no ha sido condenado en sentencia por ningún delito contra el patrimonio, contra el orden socioeconómico, de falsedad documental, contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social o contra los derechos de los trabajadores en los diez años anteriores a la declaración de concurso y no tiene un proceso penal pendiente a tales efectos (es de ver la certificación del Registro Central de Penados de fecha 28/06/2022 aportada a los autos).
2.- Que el deudor intentó alcanzar un acuerdo extrajudicial de pagos.»

y finalmente acuerda la exoneración definitiva del pasivo insatisfecho de los deudores, por lo que la pareja podrá rehacer su vida, sin deudas del pasado.